Sabemos de la existencia de Moratalla ya en el s. XII. El geógrafo al-Idrisi menciona en sus descripciones el manzil Murad (mansión, albergue para caminantes) en el camino de Córdoba a Sevilla que transcurría por la margen derecha del Guadalquivir. Describe el “Camino del Río” (Ṭarīq al-Wādī ) de esta manera: “…..al castillo de Moratalla (Murād) donde está el manzil, hay 32 millas. Del Castillo de Moratalla a al-Janādiq (“Las Zanjas, Los Barrancos, Las Posadas”) al castillo de Almodóvar (al- Mudawwar),….”. Al-Idrisi vuelve a situar Moratalla en el camino de Córdoba a Badajoz: “de Córdoba al castillo de Moratalla, hay 25 millas; del castillo de Moratalla a la ciudad de Hornachuelos, hay 12 millas;…”. Esta fortaleza, hoy desaparecida, estaba situada en un lugar estratégico, en el vértice de comunicaciones de la desembocadura del Bembézar en el Guadalquivir y como paso de sierra hasta Extremadura.
Con fecha de 1240 se nombra en la (Primera Crónica General) la conquista de Moratiella por el rey Fernando III. En 1254 por privilegio rodado, dado en Toledo el 11 de marzo se concede a la ciudad de Córdoba las aldeas de Hornachuelos y Moratalla, en recompensa de la villa de Cantillana, de la que había dispuesto el rey en perjuicio de dicha ciudad.
Según Tomás Márquez de Castro, el Castillo de Moratalla era de doña Gondruenda Ruiz de León, treinta años después de la conquista. Después es poseedor de Moratalla don Luis Venegas de Figueroa de 1492 a 1504. Parece que posteriormente pasó por compra a la Casa de los Señores de Belmonte. En esta época entrará en crisis y la fortaleza comienza a transformarse en un pequeño núcleo rural. Este villar fue vendido en 1681 por Carlos II a Francisco Luis Fernández de Córdoba, naciendo el marquesado de Moratalla. Más tarde perteneció, hasta finales del siglo XIX, a la familia Cabrera, cuyo escudo aparece en la puerta principal del palacio. Su último poseedor, don Juan Bautista Cabrera y Bernuy, contrajo matrimonio con doña Mª del Carmen Pérez de Barradas y Bernuy, hija de los Marqueses de Peñaflor, dejando al morir a ésta la herencia de todos sus bienes, sin existir descendientes. Doña Mª. del Carmen contrajo segundas nupcias con don Teobaldo de Saavedra y Cueto, hijo del Duque de Rivas, sin sucesión. Don Teobaldo, al tener el señorío de Viana, posesión de su hermano mayor, logra el Marquesado de la misma denominación, pasando largas temporadas en la finca y muriendo en ella en 1898. Le sucede su sobrino don José Saavedra y Salamanca, iniciándose con él la serie de visitas y cacerías reales, desde 1908 a 1930. El palacio, no demasiado suntuoso, fue precisamente ampliado de su carácter rural, por las fechas citadas, a un papel utilitario de cita de elementos cinegéticos, con amplias caballerizas y habitaciones para los huéspedes. Los Reyes Alfonso XII y Alfonso XIII se hospedaron en el palacio, para disfrutar de las monterías que el marqués de Viana organizaba.
Jardines y Palacio de Moratalla
El Palacio estaba rodeado de una vegetación que hasta los tiempos modernos era un frondoso bosque que desde el Sur del pueblo de Hornachuelos se extendía hasta el Guadalquivir, con encinas de antigüedad secular y de proporciones enormes. Hoy día el palacio está rodeado de vegetación y jardines diseñados por el ingeniero francés J. N. Forestier (Parque de María Luisa en Sevilla) partiendo del patrón de Versalles, con senderos y pistas de agua, una naturaleza domesticada que encuadra fuentes y estatuas, miradores hacia el Bembézar y adorno de grotescos sobre una extensión de 8 hectáreas ajardinadas. Destacan en este conjunto la Fuente del Venado, atribuida a Benlliure, la Fuente de los Ladrones y la Fuente de doña Leonor, en memoria de una de las dos hermanas del Marqués de Viana. Todo el conjunto es de gran belleza y sobre todo es destacable la abundancia de agua, tan difícil en estas zonas del Sur y el gran esfuerzo estético en unas masas de vegetación bien libre, bien sometidas a un tratamiento arquitectural y dibujado, que alternan con el juego líquido de las fuentes y corrientes dirigidas en la superficie, con gran maestría escénica en suma. Por todo ello, Moratalla fue declarado Jardín Artístico en 1989.
El conjunto del caserío de Moratalla, cuyo propietario actual es el Duque de Segorbe, se compone de un gran pabellón, que es la casa del señorío y diversas edificaciones de distintas épocas destinadas todas a servicios agrícolas y ganaderos. Se conserva una pequeña capilla con espadaña de dos arcos con campanas, construcción muy restaurada como toda la finca. A finales del siglo XIX lo que se llama Palacio o Pabellón Central, dedicado a señorío, constaba de una fachada con un cuerpo central de tres plantas, al que le siguen a cada lado dos cuerpos más bajos de dos plantas y terminan en ambos laterales con dos cuerpos de torre mirador, con balcones en arcada en la parte superior y en el piso medio un balcón que se continua, en la misma habitación, en toda la fachada. En el cuerpo del centro está la amplia entrada, de arco rebajado y balcón al que corona en la tercera planta, un escudo, de mármol blanco y dos dobles pilastras de adorno que se repiten a través de los tres cuerpos del edificio. Esta construcción es la más modificada y nueva del conjunto de la finca.
Bibliografía:
- AL–IDRISI, Muhammad b. Muhammad al-Sarif (1989): Los caminos de al-Andalus en el siglo XII según Uns al-muhay wa- rawd al-furay (Solaz de corazones y prados de contemplación). Estudio, edición, traducción y anotaciones por Jassim Abid Mizal. Madrid: Instituto de Filología.
- ESCOBAR CAMACHO, J.M. (2010). Historia de Hornachuelos en la Baja Edad Media (siglos XIII-XV). Córdoba.
- MENDOZA YUSTA, R. (2010).”Jardines históricos de la provincia de Córdoba”. Arte, Arqueología e Historia, nº 17. Córdoba.
- NAVARRO MARTÍNEZ, EMILIO J. (2015). Castillos y Fortalezas del Valle Medio del Guadalquivir. Guía de Patrimonio Fortificado. Madrid.
- ORTIZ JUÁREZ, D., BERNIER LUQUE, J, NIETO, M., y LARA ARREBOLA, F. (1986). Catálogo Artístico y Monumental de la Provincia de Córdoba. Tomo IV, Fuente Obejuna- Hornachuelos. Córdoba.
- Real Decreto de 23-5-1983. BOE del l-VII-1983.