Entretenimiento

Ruta de Senderismo «Sendero de Guadalora»

Día : 2 de Abril 2017

Lugar de encuentro: CV Huerta del Rey

Hora: 10:00 h

Distancia: 11 Km

Dificultad: Media -Baja

Tarifa:  Adultos: 5 € , Niños menores de 12a: GRATIS

Nota Importante: No recomendada a Menores de 5 a

Información y Reservas: info@cordobaviva.com // 672213883 

 

Descripción:

La Sierra de Hornachuelos tiene el honor de ser la zona mejor conservada de toda la provincia de Córdoba y atesorar uno de los bosques mediterráneos mejores conservados de Europa.
 
Si hay un buen ejemplo que muestre la rica biodiversidad de este Parque Natural, es el sendero que conduce y que discurre por el valle del arroyo Guadalora.
Aquí se representan los dos tipos de pisos bioclimáticos del parque, el termomediterráneo y el mesomediterráneo.
 
La ruta se inicia en el mismo núcleo urbano de Hornachuelos, inmediatamente después de salir por sus calles estaremos inmersos en el bosque mediterráneo, bosque que a medida que vayamos caminando irá cambiando su diversidad por distintas razones de origen natural. Dichos cambios responden entre otras causas al tipo de suelo, a la altitud y a la situación donde nos encontramos, si es en umbría o en solana, etc. A lo largo del recorrido tendremos el privilegio de ver la mayoría de las formaciones vegetales de este Parque Natural.
 
En un principio, al encontrarnos muy cerca del Valle del Guadalquivir las especies vegetales más comunes son aquellas más adaptadas a soportar las temperaturas más elevadas, siendo las más comunes palmitos, acebuches, encinas, lentiscos, espinos negros, cornicabras, algarrobos, jaras blancas, matagallos, etc., es el piso termomediterráneo.
En el mesomediterráneo, más exigente a la humedad, irán apareciendo a medida que vayamos alejándonos del valle del Guadalquivir alcornoques, quejigos, madroños, durillos, etc.
 
En el mes de octubre todavía se puede observar el efecto de la sequía veraniega, las plantas son sin duda el mejor espejo para entenderlo. Después de un largo y tórrido verano la vegetación ha estado expuesta a temperaturas que han sobrepasado los 40 grados y a no haber visto una sola gota de agua de lluvia en tres meses, como resultado muchas son las víctimas que se han quedado en estos montes, sin duda las menos adaptadas, si bien es una pequeña parte la que no sobrevive. Su adaptación a soportar el estrés hídrico a hecho que desarrollen sistemas defensivos para no perder la apreciada agua. Podremos comprobar algunos casos de las adaptaciones anatómicas que presentan, como luchan para protegerse y blindarse de sus depredadores, los herbívoros, incluso el fuego.  
 
Nos introduciremos en el valle del Guadalora, sus laderas están cubiertas de una selva de bosque mediterráneo y jalonando el arroyo un bosque de rivera cubierto linealmente de fresnos, alisos, almeces, etc., en él se refugia una rica y variada fauna silvestre; ciervos, jabalíes, tejones, meloncillos, nutrias, etc., además de una amplia comunidad de aves, destacando por su importancia el águila real, el buitre negro y el buitre leonado.
 
Durante este paseo tendremos la oportunidad de escuchar y observar diversas especies de aves que intentaremos localizar e identificar. Ya en esta fecha estamos recibiendo aves que vienen a pasar aquí el invierno o bien se encuentran sólo de paso hacia sus cuarteles africanos, estamos por tanto en la migración postnupcial.
 
El ser humano también ha dejado su rastro a lo largo de los años en el paisaje como podremos observar, pasaremos junto a las fuentes del Valle y la del Conejo, atravesaremos por el bello alcornocal adehesado de la finca Santa Cruz y el olivar de los Arcos y visitaremos el Molino de la Paloma, ejemplos de la adaptación del hombre a este medio intentando dominar y domesticar al bosque y al agua.

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